Bienaventurados los que no tienen nada que decir y que resisten la tentación de decirlo.

(James R. Lowell)

 “¡No sabes lo que dices!”

“¿De qué estás hablando?”

Son expresiones que se utilizan en nuestro idioma para desacreditar algo que acabamos de escuchar de boca de nuestro interlocutor.

Como se puede comprobar, el uso que se suele hacer los verbos hablar y decir es muy similar, casi indistinto. En ambas expresiones se podrían intercambiar los verbos sin ningún problema, al menos, desde el punto de vista gramatical.

Sin embargo, es sentido teleológico de los verbos “hablar” y “decir” no es idéntico.

Hablar es un acto que va de fuera adentro. Se trata de una operación mecánica e irracional, a través de la cual una persona recibe una información u opinión y la devuelve al exterior, tal cual. No hay análisis ni confrontación crítica por parte del individuo, pues ese acto de manifestación exterior es también mecánico.

Hablar es como reproducir un disco donde la persona se convierte en un mero aparato de reproducción de la música que le viene dada desde fuera.

Decir, sin embargo, es una operación que empieza dentro del individuo y que exterioriza como una opinión o un acto propio. Se trata de una manifestación de su intimidad y, como tal, es un acto propiamente humano, absolutamente consciente y racional.

Así por ejemplo, podríamos entender que el arte es una forma de decir cosas.

Antes de decir algo, la persona ha pensado lo que iba a decir. Efectivamente sus palabras pueden estar basadas en una información u opinión que proviene del exterior, puede incluso que esa opinión sea idéntica a la que acabe por decir, pero la diferencia con el habla es que aquélla es sometida al tamiz del análisis personal.

El problema es que muchas veces ese tamiz puede tener algún agujero más grande de lo que debería. Se trata de un vicio, de fabricación o adquirido, que impide que la operación de tamizado o análisis sea perfecta. Pero eso es otro tema.

Lo que ahora interesa es invitar a reflexionar si lo que hacemos más a menudo en nuestro día a día es “hablar” o “decir”.

3 comentarios de “La diferencia entre hablar y decir

  1. robertgf dice:

    En conclusión….hablar….entonces un loco habla sin parar, un parlachin….y decir….la expresión oral originada de un reflexión, raciocinio, razonamiento..ejemplo ‘dijo’ una una sentencia….la LEY DICE…. el enfermo ‘dijo’ sentirse mejor…. shalom

  2. Josep Sanvisens dice:

    ¡Muy interesante esta distinción entre hablar y decir!
    He visto claramente la diferéncia, personalmente creo que es más lo que hablo que lo que digo. También estoy convencido de que para decir es imprescindible escuchar. El tema es apasionante.
    GRACIAS ORFEO.

    • Orfeo dice:

      Así es, Josep, escuchar es imprescindible, pero más importante todavía es pensar lo que se va a decir. La mayoría de nosotros hablamos mucho y decimos poco. Si antes de hablar nos hiciéramos la pregunta ¿lo que voy a decir aporta algo al debate? seguramente habría muchos silencios útiles. Gracias por tu comentario.

Deja un comentario